La delgada y preciosa atmósfera de la Tierra, vista desde la Estación Espacial Internacional. Diciembre 2009

The Earth's thin precious atmosphere, seen from the International Space Station.


La travesía espiritual es desaprender
el miedo y los prejuicios
y la aceptación del amor en nuestros corazones.
El amor es la realidad esencial
y nuestro propósito en la tierra.
Tener plena consciencia de ello,
experimentar el amor en nosotros y los demás,
es el significado de la vida.
El significado no reside en las cosas.
El significado reside en nosotros.

Marianne Williamson






21 diciembre 2009

“Capitalismo tardío y sujetos transformadores: análisis y perspectivas”



Querid@ amig@

En primer lugar quiero desearte, en mi nombre y el de todo el equipo de nuestra revista, unas felices fiestas y un tránsito durante el año 2010 hacia un buen vivir, menos derrochador de energía, más solidario e incluyente y más respetuoso de la naturaleza, de las otras formas vivas y de todos los otros humanos.

En segundo término aprovecho de informarte que está disponible en la web
www.revistapolis.cl el número 24 de la revista POLIS cuyo tema monográfico ha sido dedicado al tema de “Capitalismo tardío y sujetos transformadores: análisis y perspectivas”.

“El capitalismo histórico ha experimentado, en la escala mundial que hoy le corresponde, profundos cambios que han modificado sustancialmente su componente de acumulación, pero también, de forma significativa, el de regulación, perturbando críticamente su forma de gestionar las inequidades, desigualdades y doxas que él mismo produce. Actualmente, la expansión de un capitalismo autoritario premunido del paradigma mercantil, promueve una cultura individual que ha calado duramente en los sujetos y en los movimientos transformadores de la sociedad, dejándolos sometidos a un nuevo orden/desorden. Las solidaridades colectivas del campo laboral se han fragmentado obligando a los trabajadores a una competitividad que mella sobre la fuerza de sus organizaciones y que afecta las confianzas necesarias para resistir al embate de los poderosos. Las relaciones sociales de producción contienen relaciones sociales del trabajo que transforman a los trabajadores en cesantes, en precarios, o en trabajadores clandestinos e ilegales cada vez más disponibles como fuerza de trabajo migrante global. A estas situaciones se agrega la permanente desigualdad entre hombres y mujeres, que deja a éstas en un lugar subordinado a causa de la constante reproducción del trabajo doméstico. El sistema familiar de los hogares más pobres deviene un complejo y desconocido sistema de subsistencia laboral, y los niños, hijos e hijas de los trabajadores precarios, dejan de ser sujetos de cuidado, pues su niñez desaparece entre distintas labores que prematuramente les exige proveer económicamente al sustento del hogar, o realizar un trabajo doméstico repleto de funciones que antes desempeñaban los adultos.

Estas nuevas situaciones de miseria desplazan a la pobreza hasta reducirla a una pura categoría productora de políticas públicas que flotan sin destino, pero van mostrando al mismo tiempo que la lucha por la subsistencia es el centro de las preocupaciones. Ante este panorama, los actores luchan en diversos sectores por sobrevivir y desde distintos grupos que protestan por situaciones específicas o que promueven nuevos modos de enfrentar la precariedad que los caracteriza. Pero aún en estas condiciones, las razones de sus luchas siguen siendo las mismas que levantaran los actores de los movimientos sociales que en el llamado “corto siglo XX” tejían proyectos de emancipación y de justicia.

… Uno de los desafíos intelectuales y sobre todo políticos del momento actual es explicar las razones por las cuales si el movimiento obrero tuvo un gran respaldo popular o comunitario más allá de los centros laborales, en los momentos de resistencia generalizada, cuando el Trabajo se rehacía de la dureza de la agresión de clase en las fases descendentes de la acumulación de capital, hoy esto no se da. En qué medida y por qué se produce la drástica decadencia política de la fuerza de trabajo y también la dilución general de las fuerzas del Trabajo, no son procesos solamente a explicar, sino también a intentar revertir desde el compromiso militante de la ciencia. Pero reflexionar desde el compromiso de clase por parte de los científicos sociales requiere de una rigurosa tarea de recuperación y sistematización de la memoria histórica de las luchas y los logros del Trabajo, sin la cual las luchas del presente se deshilachan, huérfanas de una óptica y una estrategia más holísticas, en una aparente multitud de resistencias tan esporádicas como inconexas.

Numerosas circunstancias, sin embargo, han llevado a desplazar el interés académico hacia otros conflictos o procesos pretendidamente “postmodernos”, a menudo asociados a los que fueron llamados “nuevos movimientos sociales”, copiando en demasía criterios y elementos de análisis de la ciencia dominante. En consecuencia, ha sido un lugar común en buena parte de la elaboración académica de al menos las últimas dos décadas asegurar que las luchas del Trabajo han quedado en un segundo plano frente a otros sujetos, como las clases medias radicalizadas, las adscripciones étnicas, los pueblos, las mujeres, los jóvenes, los excluidos, etc. De forma que si antes el movimiento obrero fue el sujeto antagónico por excelencia y nadie cuestionaba que protagonizaba la conducción de lo popular, hoy se hace ver justamente lo contrario, que lo “obrero” como expresión de lo proletario salarizado se subsume en la heteroclitud multiforme de “lo popular”, diluyéndose con ello también la posibilidad de encontrar un “sujeto-vanguardia”.

Pero si miramos las cosas desde otra perspectiva y entendemos que unos y otros de estos pretendidos “nuevos” sujetos no son sino expresiones del Trabajo, en cuanto que Trabajo generizado, etnificado o racificado, cualificado, generacional, etc., que cobran autonomía e importancia propia como sujetos antagónicos al Capital, las preguntas a plantearse y a resolver muy probablemente han de ser otras.

Frente a un panorama como éste: ¿Qué pueden hacer los sujetos? ¿De qué modo resisten a la existencia cotidiana? ¿Cuáles son y cómo son sus luchas? ¿Podríamos llamarlos movimientos sociales? ¿Qué dicen quienes debaten a este propósito? ¿Se inaugurará una nueva ola de conflictos con potencialidad transformadora en la fase decadente del capitalismo tardío? ¿Coincidirán las nuevas formas de insubordinación desencadenadas por el despojo con las que suscita la sobreexplotación? ¿Confluirán por fin las diferentes identidades precapitalistas y las que han irrumpido de las fracturas al interior del propio Trabajo, como las de género, en un reforzamiento mutuo con las identidades de clase? Estas son algunas de las preguntas o claves, ineludibles para la construcción de posibles futuros alternativos, que Polis quiere afrontar en el presente número. Son los ejes sobre los que giran las aportaciones que en él se incluyen.” (del Prólogo de POLIS 24)

Te invitamos a leer en este número las respuestas provisorias que hemos encontrado a algunas de las inquietudes planteadas. Como siempre te recordamos que para acceder a cada uno de los números de la revista, basta ir a nuestra página web
http://www.revistapolis.cl y simplemente cliqueando en las respectivas portadas se accede a ellos, y accediendo al Indice desde allí se llega a cada uno de los artículos que te interese consultar. Aprovechamos de informarte que nuestra revista se encuentra indizada en SciELO Chile, Redalyc, Dialnet, Latindex, Cibera, Doaj, CLASE, HAPI y GeoDados.

Te agradeceremos muy profundamente si haces circular esta información entre tus redes de amigos y conocidos, ya que es la mejor retribución que nos puedes hacer al enorme esfuerzo que realizamos para publicar esta revista cuatrimestralmente.

Cordialmente a nombre del equipo editorial.

Antonio Elizalde
Director Revista Polis

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