La delgada y preciosa atmósfera de la Tierra, vista desde la Estación Espacial Internacional. Diciembre 2009

The Earth's thin precious atmosphere, seen from the International Space Station.


La travesía espiritual es desaprender
el miedo y los prejuicios
y la aceptación del amor en nuestros corazones.
El amor es la realidad esencial
y nuestro propósito en la tierra.
Tener plena consciencia de ello,
experimentar el amor en nosotros y los demás,
es el significado de la vida.
El significado no reside en las cosas.
El significado reside en nosotros.

Marianne Williamson






14 diciembre 2009

¿AGUA DESTILADA O AGUA MINERAL?


ESTAMOS SOLAMENTE INTUYENDO LA IMPORTANCIA QUE TIENE EL AGUA EN NUESTRAS VIDAS. CUANDO NO LA TENGAMOS EN UN FUTURO EN TANTA ABUNDANCIA, SERÁ IMPRESCINDIBLE TENER ALGUN CONOCIMIENTO SOBRE QUE HACER PARA PODER SOBREVIVIR. EN ESTA ENTRADA ME GUSTARIA QUE SOLO ESCRIBIERAMOS SOBRE ELLO. SE AGRADECE CUALQUIER POST O ENLACE, PARA PODER SABER COSAS, Y PREPARARNOS PARA UN MUNDO CON CARENCIAS, EN ESTE CASO, RELACIONADAS CON LA FUENTE DE LA VIDA EN LA TIERRA, EL LIQUIDO DE ORO: EL AGUA POTABLE Y LIMPIA.




¿Es mejor beber agua destilada o agua mineral?

“La importancia del agua en la salud está fuera de toda duda y en la revista ya hemos dedicado a ello muchos reportajes que el lector puede leer en nuestra web: www.dsalud.com. Sin embargo, hay algo que no habíamos tratado aún: si es mejor beber agua mineral o destilada. Porque si uno pregunta a los médicos la mayoría le responderá que el agua destilada no es apta para el consumo humano. Sin más. Y no es así. El agua destilada y luego reestructurada y energetizada es mucho más saludable. Se lo contamos en detalle.
La importancia del agua para el ser humano lo demuestra el hecho de que entre el 75 y 80% del peso de un bebé es agua, porcentaje que baja al 60-65% en el caso de un hombre adulto y al 55-60% en el de la mujer. Estando dos terceras partes en el interior de las células y el otro tercio en el espacio extracelular (de este porcentaje un 72% en el líquido intercelular y un 20% en el plasma siendo sólo un 8% agua transcelular). El investigador español Felicísimo Ramos -doctor en Química y Física- puntualiza incluso que en el ser humano adulto es agua el 99% del plasma, la saliva y los jugos gástricos, el 84% de los tejidos nerviosos, el 73% del hígado, el 71% de la piel, el 60% del tejido conectivo y el 30% del tejido adiposo.
A estos datos hay que añadir algo aún apenas conocido por la mayoría de los médicos y biólogos: que parte de ese agua es especial como en su día descubrió la profesora mexicana de Farmacología, Fitoquímica, Biología Marina y Geriatría Esther del Río ya que está compuesta de cristales líquidos en forma de clatratos. Siendo eso lo que permite que en el interior de nuestro organismo la luz viaje a velocidades increíbles transmitiendo información y que, por tanto, su pérdida sea una de las principales causas de enfermedad y de ahí que su restitución permita recuperar la salud. “Nuestro organismo -afirmaría durante su ponencia en el II Congreso Internacional sobre Tratamientos Complementarios y Alternativos en Cáncer recientemente celebrado en Madrid- es como un gran ordenador con pantalla de cristal líquido que se relaciona con el exterior y con el interior así como con el ‘disco duro’, el cerebro, dando respuestas en millonésimas de segundo gracias al sistema de cristal líquido-magnetitas. Y ello nos hace virtualmente cibernéticos. Es más, puede decirse que todos los seres humanos estamos interconectados a través de un sistema cristal líquido-magnetitas con la mente universal”.
En consecuencia, para mantener un buen estado de salud es necesario un estado de equilibrio entre el cuerpo magnético y el cuerpo bioquímico donde tanto el cuerpo férrico como las moléculas de cristal líquido juegan un papel básico. Como en su momento se explicó (véalo en el nº 85 de nuestra web: www.dsalud.com) Esther del Río tiene patentando un proceso químico que permite, partiendo de agua purificada, obtener agua-cristal líquido. Y de su eficacia en numerosas patologías -cáncer incluido- se habló ya de forma extensa en el mencionado número de la revista, información que ampliaría durante la ponencia que ofrecería en el congreso (el lector puede adquirir el DVD de la ponencia en la revista).
Lo singular es que este descubrimiento da soporte científico a toda la Medicina Bioenergética y a terapias como la Acupuntura, la Digitopuntura, la Electroacupuntura, la Biofotonterapia, la Homeopatía, los tratamientos de Biorresonancia, etc. Y justifica en parte la rotunda afirmación del Dr. Fereydoon Batmanghelidj de que “la mayor parte de las enfermedades las causa la carencia crónica de agua”. Es decir, son consecuencia de no beber la suficiente cantidad de agua cada día. Por eso asevera que el agua es la mejor medicina natural para gran número de las llamadas enfermedades y de ahí que lo que para muchos médicos es un “cuerpo enfermo” para Batmanghelidj no es con frecuencia sino un “cuerpo sediento”. De ahí que añadiera: “La deshidratación crónica es el estresante principal del cuerpo y la responsable desconocida de la muerte de millones de personas. A mi juicio es la responsable de la mayor parte de fallecimientos por enfermedad, muy por encima de cualquier otra afección. Sin embargo, los arrogantes sistemas sanitarios de los países supuestamente avanzados no la consideran importante y siguen tratando a los enfermos con productos químicos en vez de con simple agua hasta que, al final, logran que aparezcan problemas de verdad” (vea en nuestra web -www.dsalud.com- lo publicado al respecto en los números 55 y 56).
Aseveración, agregaremos nosotros, que se matiza quizás con el descubrimiento de la doctora Esther del Río ya que el agua-cristal líquido que tanta importancia tiene para la salud y se encuentra en nuestro interior lo obtiene el organismo de la llamada agua biológica, es decir, de la que contienen las frutas y verduras crudas. Por lo que para asegurarse de tener suficiente agua biológica -es decir, de agua de cristal-líquido en forma de clatratos- sea necesario ingerir también a diario frutas y verduras crudas, bien enteras, bien en zumos recién exprimidos.

LAS VITALES FUNCIONES DEL AGUA
Piénsese que el agua es el “solvente universal” por excelencia gracias a su elevado poder dieléctrico, el medio de disolución ideal en el que casi todas las sustancias se pueden disolver. Prácticamente todos los procesos destacables de intercambio y transformación necesarios para la obtención de energía se desarrollan en ese medio líquido. Es además el medio de transporte más efectivo. No sólo a nivel químico sino a nivel fotónico y cuántico. Y, sobre todo, cumple una función de limpieza absolutamente imprescindible. Sin agua el organismo no puede depurarse. Solo que para ello hace falta que se trate de un agua de buena calidad. Y la verdad, ¿bebemos agua de calidad hoy día? Evidentemente la respuesta depende de dónde vivimos, cuál es el origen del agua y cómo ha sido ésta tratada antes de ingerirla. No es lo mismo beber agua de grifo en Madrid que en Valencia. Ni agua de grifo que agua de manantial. Y también entre éstas hay diferencias, especialmente en lo que al grado de mineralización se refiere: cuantos menos minerales tenga mejor es para el consumo. A fin de cuentas los minerales del agua no se asimilan por el organismo y deben ser eliminados. Así que si alguien bebe agua rica en minerales creyendo que eso le viene bien al organismo se equivoca. Lo único que puede terminar logrando es tener piedras en los riñones y los conductos urinarios así como en las paredes intestinales, las arterias, las articulaciones, el hígado y hasta el corazón, a veces corroyendo incluso los tejidos. Porque los minerales del agua son minerales inorgánicos y nosotros -al igual que los animales- sólo podemos asimilar los minerales orgánicos. Es decir, los que producen las plantas. La gente debería saber que son sólo las plantas las que pueden absorber por las raíces los minerales inorgánicos quelándolos y transformándolos en orgánicos, es decir, en asimilables por animales y humanos. Y son también las plantas -frutas y verduras- las que transforman el agua que absorben de la tierra en agua destilada, es decir, libre de minerales inorgánicos, pura y además en forma de cristal líquido. Algo que no ocurre con el agua destilada al vapor ni, en menor medida ya, con la tratada por aparatos de ósmosis inversa que los eliminan sólo parcialmente. Los filtros de carbón, en cambio, no eliminan los minerales del agua salvo el cloro.
Y si cree que el asunto es de una importancia relativa sepa que según los cálculos de los expertos a lo largo de la vida una persona que bebe agua dura no destilada puede llegar a ingerir el equivalente a 450 vasos de minerales sólidos. Residuos que si no se eliminan se terminan acumulando o corroyendo tejidos dando lugar a numerosas dolencias. Y sólo hay una manera de prevenir ese problema: eliminar los minerales inorgánicos. ¿Cómo? Pues ingiriendo agua desmineralizada. Preferentemente, destilada. Y, si se nos apura, transformándola en “agua dialítica”. Hablamos del método inventado por el fallecido sacerdote español José Ignacio Martín Artajo que permite lograr la modificación de la posición de los átomos hidrógeno-oxígeno-hidrógeno que conforman una molécula de agua para aumentar la capacidad disolvente de cuerpos cristalinos que de por sí tiene el agua. Algo que se puede lograr mediante una energía débil capaz de influir sobre la distancia -para aumentarla- y la colocación -disminuyendo el ángulo espacial de los átomos de hidrógeno respecto del de oxígeno que componen la molécula- ya que si la fuerza fuera demasiado potente -por ejemplo, una descarga eléctrica- se corre el riesgo de destruir la molécula. Fuerza débil que se consigue mediante los pequeños campos electrostáticos que generan los cristales de cloruro de sodio y cloruro de litio y que, debidamente tratados y almacenados en ampollas de vidrio, logran ese efecto estando simplemente en contacto con el agua. De hecho hace años ya que se comercializan en forma de ampollas -en farmacias y tiendas de dietética- con el nombre de Slackstone II (vea en nuestra web el artículo que publicamos sobre el asunto en el nº 44).
Cabe agregar que en la actualidad la calidad del agua en la Tierra es infinitamente peor que la de hace sólo un siglo debido a la gigantesca contaminación del planeta. Al punto de que es casi imposible encontrar en todo el planeta agua sin contaminar -acuíferos subterráneos incluidos- ya que la lluvia ácida llega a todas partes. Incluso a las montañas más altas. Agua que contiene todo tipo de sustancias químicas sintéticas causantes de graves efectos secundarios, minerales inorgánicos -algunos radioactivos-, bacterias, virus, hongos, mohos, microalgas, etc. Y que, para colmo, está cargada de otras muchas informaciones patógenas.

CÓMO PUFIRICAR EL AGUA
En suma, hay que beber agua lo más pura posible. Lo que, por una parte, se consigue ingiriendo el agua biológica de las frutas y verduras -destilada naturalmente- y, por otra, utilizando medios mecánicos de purificación. Es decir, mediante filtros, aparatos que eliminen el máximo posible de impurezas y elementos patógenos. Obviamente en las grandes poblaciones urbanas las llamadas aguas potables han sido ya sometidas a un proceso de purificación y se supone que son aptas para el consumo pero la verdad es que su calidad es en general bastante discutible. Porque no hablamos sólo de su “dureza”, de que sea salina o calcárea, sino también de los microorganismos que no se eliminan con tales procesos a pesar del cloro añadido. Por eso en muchas poblaciones la instalación de métodos de purificación de agua en los domicilios, oficinas e instalaciones públicas sea una necesidad perentoria. Y hablamos básicamente de tres posibilidades: los filtros (mecánicos, de carbón activado y los de resinas de intercambio iónico), los dispositivos de ósmosis inversa y las destiladoras al vapor.
Sobre los primeros diremos que los más útiles son los de carbón activado ya que eliminan del agua la arena, el mal olor, el cloro y la mayoría de los contaminantes orgánicos como los pesticidas, los herbicidas, el benceno, los trihalometanos (THM) y los policlorobifenilos (PCB) además de las partículas usuales de aluvión de forma parcial. Los otros dos tipos de filtros tienen menores posibilidades. Los segundos hacen todo eso y además eliminan contaminantes inorgánicos como el arsénico, el boro, el cadmio, el calcio, el cromo, el cobre, el plomo, la plata, el manganeso, el mercurio, los sulfatos, los cloruros, el sodio, el selenio y el zinc (no así el cloro) además de los contaminantes radioactivos estroncio 90 y radio 226 y 228, un contaminante orgánico como el tanino e, incluso, la mayor parte de las microalgas, bacterias, hongos y mohos presentes en el agua. Mucho más eficaces pues que los filtros de carbón pero también más caros; sin olvidar que se aprovecha sólo entre el 10% y el 20% del agua. Hasta hace poco, sin embargo, ninguno de los dos métodos permitía eliminar del agua el hierro, los nitratos, los sulfuros, los fluoruros y los virus lo que sí logran los aparatos de agua destilada que eliminan todos los contaminantes mencionados sin excepción: los inorgánicos, los orgánicos, los radioactivos y los biológicos. Siendo algunos de excelente calidad y precio muy asequible: unos 200 €. Y sin pérdida de agua. Empero, es verdad que hoy hay ya aparatos de ósmosis inversa que también logran esto último en porcentajes que van del 95 al 99% solo que su acción germicida se consigue sometiendo el agua a radiación ultravioleta y aunque se dice que ésta no afecta negativamente al agua hay quien asevera lo contrario. Además, cuando el agua es muy “dura” -por exceso de calcio y magnesio- hace falta instalar también un descalcificador si no lo lleva -el caso de la mayoría- y el precio medio del mismo es incluso superior al del equipo de ósmosis inversa. Y para que el aparato se mantenga en buenas condiciones de uso es necesario hacer periódicamente lavados del circuito -consumiendo unos veinte litros en cada ocasión-, cambiar los filtros o cartuchos -en el caso de los primeros cada año y en el de los segundos cada 3 o 4 meses- y sustituir las membranas semipermeables cada dos años. La otra posibilidad es adquirir un aparato de ósmosis inversa que ya incluya el descalcificador pero su precio está entre los 1.500 y los 3.300 €.

EL AGUA DESTILADA
¿Y qué es el agua destilada? Pues aquélla que procede de la evaporación natural por elevación de la temperatura y una vez en la atmósfera cae de nuevo a causa del frío en forma de lluvia, rocío o nieve. Es decir, agua pura que en los antiguos textos chinos se denominaba agua de larga vida y se recogía en las cumbres de las regiones montañosas. Una práctica que desgraciadamente ya no puede seguirse porque hoy el agua y la nieve que descargan las nubes está también contaminada. De ahí que lo más práctico sea instalar una destiladora pues a fin de cuentas lo que ésta hace es imitar el proceso de la naturaleza evaporando el agua mediante calor para luego condensarla con frío. En aparatos de acero inoxidable libres de contaminantes.
¿Y realmente es potable el agua destilada?, se preguntarán muchos lectores. Y la respuesta es Sí. Porque quienes argumentan que para ser apta para el consumo el agua debe tener una carga mínima de minerales parecen desconocer, como ya hemos dicho, que los minerales inorgánicos del agua sólo le son útiles a los vegetales, no a los seres humanos ni a los animales. Por tanto, la afirmación de que beber agua destilada puede llevar a desmineralizarnos es absurda y no se sostiene científicamente. El otro “argumento” de quienes no recomiendan consumirla es la diferencia de presión osmótica del agua destilada y el agua mineralizada. Y para apoyar su afirmación dicen que basta introducir en una probeta con agua pura células animales para constatar que éstas se hinchan y explotan. Lo que se explica porque dos soluciones con distinta concentración tienden a igualarse y al entrar cada vez más agua en la célula llega un momento en que la membrana no soporta la creciente presión interior y explosiona. Por lo que coligen que lo mismo puede ocurrir en el cuerpo. Por supuesto, basta que usted ingiera un vaso de agua destilada para dejar en evidencia a quienes usan ejemplos que no son comparables. Millones de personas beben en el mundo agua destilada cada día y ninguno ha tenido un problema como ése. Porque, sencillamente, en cuanto el agua destilada entra en contacto con el cuerpo cambia su concentración y presión.
Cabe añadir que tanto el agua de grifo como el agua mineral embotellada son conductores de electricidad; el agua pura -es decir, la destilada- es sin embargo un conductor eléctrico muy pobre. Por eso hay quienes afirman que consumirla puede dificultar la conducción eléctrica y fotónica entre las células pero tal aseveración carece a nuestro juicio de fundamento.
El terapeuta y naturópata español Ignacio Chamorro -discípulo directo de la famosa doctora Hulda R. Clark, conocida partidaria y defensora del consumo de agua destilada y quien nos facilitó algunos de los datos que ofrecemos en este texto- nos comentaba: “Yo bebo agua destilada desde hace mucho tiempo y nunca he tenido problema alguno. Al contrario, su ingesta contribuye notablemente a mantenerme sano. Mire, si no se tratara de un asunto tan serio resultarían cómicas algunas anécdotas. En Estados Unidos, al igual que en otros muchos países asiáticos, se vende agua destilada en los supermercados para beber. En Tailandia incluso lleva la etiqueta ‘Este agua es buena para su salud’. Y sin embargo, paradójicamente, a los estudiantes europeos de Medicina se les dice que el agua destilada puede ser perjudicial. Incluso una amenaza mortal. Resulta grotesco”.
“La destilación por vapor -añadiría Chamorro- es en realidad el procedimiento utilizado por la naturaleza para purificar el agua. La diferencia está en que en la naturaleza el vapor se crea por efecto del calor del sol y en la destiladora el calor se consigue con electricidad haciendo hervir el agua; y en la naturaleza el vapor se condensa por las bajas temperaturas de la atmósfera produciendo lluvia o nieve y en la destiladora se logra haciendo pasar el vapor por espirales que la enfrían. Pero en ambos casos las impurezas se eliminan”.
“Cabe agregar -seguiría explicándonos- que el agua recién destilada, cuando está caliente, está ionizada. Al hervir el agua ésta se carga y se satura con iones negativos de oxígeno. Se generan a través de las burbujas del agua hirviendo. Bueno, pues cuando bebemos pequeños tragos de este agua a lo largo del día comienza a limpiar sistemáticamente los tejidos del cuerpo ayudando a eliminar los iones cargados positivamente, es decir, los asociados con la acidez alta y las toxinas. Éstas tienen carga positiva y tienden a ’sujetarse’ al cuerpo ya que está cargado negativamente. Por eso a medida que los iones negativos de oxígeno entran en el cuerpo son atraídos hacia el material tóxico cargado positivamente. Esto convierte los desechos en materia líquida neutralizada que es así fácilmente desechada por el cuerpo. Y de hecho, cuando alguien decide desintoxicarse tomando agua destilada nota que en los primeros días la lengua suele adquirir un color blanco o amarillo, indicio de que el cuerpo está eliminando toxinas”.
La pregunta pragmática siguiente era obvia: ¿debe dejarse enfriar el agua caliente que produce la destiladora antes de consumirla? Para Ignacio Chamorro está claro que el agua actúa en ambos casos pero de forma más eficaz y rápida estando caliente: “El agua destilada se mantiene ionizada en un termo unas 12 horas, mientras permanece caliente. De ahí que lo más recomendable sea aprovecharlo y tomar unos sorbos de ese agua, tan caliente como se tolere, cada media hora. Es idóneo sobre todo cuando en un momento determinado uno no se siente bien y nota que necesita descongestionarse. O cuando sea importante mantener la sangre fluida. O, simplemente, para sentirse más enérgico y limpio. Hay personas que hacen esto durante un tiempo determinado -tres o cuatro semanas- y otras que la consumen continuamente. Vamos, que sólo beben agua destilada”.
Chamorro nos aseguraría que tras beber agua destilada, una vez se han disuelto los depósitos minerales en el organismo, hacer ejercicios musculares suaves, lentos, fuerza a los venenos disueltos y a los productos de desecho de los tejidos a entrar en la sangre y ésta a los órganos de excreción. “Grandes científicos contemporáneos aseguran que el envejecimiento y hasta la muerte se deben a las toxinas que no se han podido eliminar del cuerpo. De hecho, el Dr. Alexis Carrel hizo el tejido del corazón aparentemente inmortal lavando regularmente los residuos de la células. Es más, he comprobado que al hacer té con agua destilada éste tiene más sabor. Y el café requiere menos porción de granulados. El hielo, por su parte, forma cristales más claros. Asimismo, la comida se digiere mejor y las vitaminas se asimilan más fácilmente siendo más efectivas. En suma, el cuerpo aprovecha mejor los nutrientes y la sangre lleva más cantidad de oxígeno, función de suma importancia para las células vivas. Y la comida se mantiene más tiempo sin corromperse”.
¿Y los niños? ¿Hay peligro en que beban agua destilada? Chamorro es contundente: “Ninguno. El agua destilada no sólo es apta para el consumo sino ideal en todos los casos. Es más, los niños nacen libres de contaminantes y cualquier inmundicia en cantidad pequeña puede ser negativo para ellos porque aún no se han adaptado al medio. De hecho, muchos sarpullidos e irritaciones pueden ser causadas por los depósitos de agua dura que se acumulan en los pañales y el vestido. Es más, a menudo pequeñas cantidades de nitratos pueden ser de fatales consecuencias para un niño recién nacido”.
Ignacio Chamorro terminaría recordándonos que para la doctora Hulda Clark es absolutamente fundamental que toda persona con alguna patología degenerativa o enferma da cáncer beba y cocine sólo con agua destilada energetizada.”

De la pagina http://www.dsalud.com/numero97_2.htm

Destiladores:

http://www.health-fit.com/water_distillers.htm

ESTE ARTICULO SE HA COPIADO DESDE LA PAGINA:


http://trinityeyes.wordpress.com/





POR LAS VENAS CORRE ¡LUZ!

Los seres humanos estamos hechos de agua, sí, pero de un agua muy especial compuesta de cristales líquidos en forma de clatratos que permiten que la luz -y, por ende, la energía- viaje a velocidades increíbles por nuestro organismo transmitiendo información. Y según la doctora mexicana Esther del Río su pérdida es una de las principales causas de enfermedad por lo que su restitución permite recuperar la salud. Las impresionantes curas que ha obtenido así en patologías tan graves como el cáncer parecen darle la razón. Se trata de un descubrimiento trascendental que les contamos en detalle.


El 75% del peso de un adulto es "agua" (un 90% en el caso del cerebro) pero al nacer esa proporción era del 90-95% mientras en la senectud apenas llegará al 60-65%. Lo que implica que a medida que envejecemos nos "secamos". Por tanto, siendo el agua el caldo imprescindible donde la vida se manifiesta lo razonable sería colegir que en pleno siglo XXI conociéramos ya todos sus secretos. ¿Es así? Pues no; nada más alejado de la realidad.
Obviamente conocemos muchas cosas del agua. Sabemos, por ejemplo, que las moléculas que la componen son dipolares y están constituidas por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Y que se trata de una sustancia con propiedades únicas, inusuales y no esperadas en una molécula tan sencilla. De hecho se trata del solvente universal por excelencia. Es decir, el medio en el que se disuelven casi todas las sustancias teniendo lugar en su seno innumerables reacciones químicas fundamentales para el metabolismo de los seres vivos. Algo que es posible merced a su polaridad y conductividad eléctrica (una vez más la energía como base de la vida). Es por ello muy importante en la estabilización del clima dada la gran cantidad de calor que puede almacenarse en el agua del mar. Además, dependiendo de la temperatura y la presión, puede cambiar fácilmente de estado. De ahí que podamos verla como líquido en el río o el mar, como sólido en un iceberg o como gas en la atmósfera.
Sabemos igualmente que en el organismo el agua intracelular representa un 50% de la masa corporal magra y el agua extracelular un 20%, porcentaje que se reparte entre el líquido intersticial (15%) y el líquido circulante (5%). Y sabemos igualmente que el agua se puede activar, energetizar, dinamizar, indumizar, oxigenar, ozonizar, mesmerizar, cromatizar, solarizar, sonorizar, ionizar, imantar, polarizar, magnetizar... Ahora bien, ¿significa todo esto que se dispone actualmente de una imagen definitiva de la estructura del agua? La respuesta es NO.
Ciertamente se han propuesto numerosos modelos de la estructura del agua pero ninguno es satisfactorio porque no explican plenamente todas sus propiedades. De ahí que los trabajos de la bioquímica mexicana Esther del Río adquieran especial relevancia. Y es que sus estudios sobre la naturaleza del agua, su afirmación sobre la existencia de moléculas de cristal líquido en el agua interna del cuerpo y la relación de la misma con una red magnética que abarca todo el organismo explicaría la rapidez de las respuestas biológicas a nivel celular aportando además una herramienta práctica para el cuidado de la salud y la lucha contra la vejez. Es más, su propuesta dotaría de base científica a las terapias naturales energéticas.

MOLÉCULAS DE CRISTAL LÍQUIDO
Hablamos de alguien que comenzó hace ya casi 40 años -en 1968- dos proyectos de investigación que han avanzado en paralelo estas últimas décadas. El primero de ellos trataba de encontrar respuesta a cómo en los organismos pueden producirse intercambios de señales en millonésimas de segundo cuando la aparente estructura del agua de la que mayoritariamente están compuestos no debiera posibilitar semejantes velocidades en las respuestas biológicas. "El hecho -afirma Del Río- de que todo organismo esté formado por protoplasma, sustancia vital que se caracteriza por movimiento y respuesta en millonésimas de segundo, nos hizo pensar que el líquido que lo conforma pudiera tener otra estructura molecular que operara en ese tiempo. El agua -H2 O- es una sustancia de características químicas sui generis debido a la bipolaridad de su molécula y como resultado de ello es el mejor solvente del mundo. Tiene además otras características idóneas para resguardar la vida. Pero en lo que se refiere a su conductividad no es del mismo orden de respuesta que el protoplasma. Así que decidimos iniciar la búsqueda en la estructura molecular del agua del mecanismo que permite que esa respuesta se produzca en millonésimas de segundo".
La doctora Del Río nos contaría luego que desarrolló su modelo a partir de los trabajos sobre la estructura del agua de Linus Pauling quien ya en la década de los 50 del pasado XX, utilizando un aparato de difracción de rayos X, formuló la teoría de que las moléculas de agua podían presentarse unidas formando un dodeicosaedro de caras hexagonales y pentagonales a las que llamó clatratos. Un clatrato (del latín clathratus que significa "rodeado o protegido por vallas o verjas") es una sustancia en la que un componente cristaliza en una estructura muy abierta que contiene huecos o túneles en los que pueden estar atrapados los átomos o moléculas pequeñas de un segundo componente. Pauling apuntó que cada clatrato está formado por 32 caras externas y una pirámide de 4 triángulos equiláteros sobre la base de un cuadrado. En total pues 37 (que guardan las 37 moléculas de agua). También observó que eran inestables -se forman y se destruyen a la 10-11 s. (10 a la menos 11 segundos) pasando por un intervalo en donde las 32 caras forman 4 octaedros para volverse a agrupar inmediatamente en clatratos.
"La propuesta de nuestro proyecto
-nos diría Esther Del Río- es que el agua de nuestros tejidos es en su mayor parte cristal líquido en forma de clatrato (H2O)37; es decir, un estado intermedio de la materia (mesomórfico), estable y que por ser cristal líquido conserva las propiedades de los líquidos más las propiedades de los cristales ópticos; y lo más importante: es capaz de guardar memoria".
En pocas palabras, los cristales líquidos mantienen todas las propiedades de movimiento de los líquidos, las propiedades ópticas de los cristales sólidos, sirven como unidades de almacenamiento de memoria y responden a diferentes longitudes de onda vibratoria. Todo lo cual les permite codificar y recodificar información en millonésimas de segundo. De hecho las propiedades de los cristales líquidos han sido la base de los inventos más importantes del siglo XX y parte del XXI. Gracias a sus propiedades el desarrollo de la informática actual nos ha llevado a los ordenadores, los láser, las pantallas de plasma, los móviles, los satélites artificiales, las naves espaciales, los telescopios, los microscopios electrónicos y toda la informática capaz de registrar, guardar, ordenar datos, codificar programas, etc. "Por eso mismo -señala Esther Del Río- al incorporar este concepto confirmamos que somos el mejor ordenador del mundo y que toda célula se comunica a través de una pantalla de cristal liquido capturando y mandando hologramas que pueden ser codificados" (el subrayado es nuestro) .
Las moléculas de cristal líquido capaces de reaccionar a pequeñas modificaciones de energía codificando y transmitiendo longitudes de onda -trabajando como una unidad de memoria o microchips- serían así el vehículo ideal para transmitir a velocidades inimaginables la información electromagnética. Energía que ha sido identificada por las culturas ancestrales con diversos nombres -Chi (en la cultura china), Ki (en la cultura japonesa) y Kundalini y Prana (en la hindú)- y que investigadores como el profesor F. A Popp -de la Universidad de Kaiserslautern
(Alemania)- sostienen llega a través de biofotones.
"Los biofotones
-explica Popp- posibilitan una herramienta poderosa para comprender la salud y la enfermedad desde el punto de vista de la comunicación interior y exterior celular dentro del sistema vivo bajo investigación, una fuente de información saludable electromagnética". Pues bien, esta luz, estas ondas lumínicas, tendrían en el cristal líquido -tal y como ha sido definido por la doctora Del Río- el material ideal para constituir "canales biofotónicos" entre las distintas partes del cuerpo. La luz correría pues por nuestras "venas electromagnéticas" llevando su información de una parte a otra del organismo.
Esta explicación de la bioquímica mexicana respaldaría por cierto los postulados del científico soviético Peter P. Gariaev -del Institute Control of Sciences Russian de la Academia de las Ciencias de Moscú- que considera el ADN un bioordenador capaz de recoger y transmitir información de su entorno a través de ondas a partir de las cuales pueden modificarse los patrones de comportamiento de las células.
"La propuesta del agua como cristal liquido dentro de los tejidos en su estructura de (H2O) 37
-señala en sus escritos Del Río- es la única que satisface la transmisión de la información -tanto eléctrica como electromagnética, interna o externa- de todo organismo vivo. Esta posibilidad quedó confirmada cuando en la segunda investigación descubrimos una red ferroso-férrica conformada por macromoléculas de hierro ferroso-férricas en sus formas cristalinas romboides y tetraédricas que trabaja intermitentemente produciendo energía electromagnética por diferencia de potencial. Tanto los cristales líquidos como la red ferroso-férrica conforman un sistema de información en donde cada macromolécula de hierro funciona como un microcampo magnético rodeado de agua cristal líquido (H2O)37 y otros elementos alcalinotérreos y metaloides".

EL CUERPO FÉRRICO
Las macromoléculas de hierro serían descubiertas en 1974 por el grupo de investigación de la Dra. Del Río y su descubrimiento presentado en 1984 durante el congreso de la Academia de Medicina y Homeopatía celebrado ese año en México. Y en 1986 dio a conocer su trabajo aunque sólo a nivel nacional. Posteriormente, en 1989, J. L. Kirschvink encontraría magnetitas en el cerebro de los animales responsabilizándolas de su orientación hacia los ejes magnéticos de la Tierra, descubrimiento que complementaría tres años después al descubrir magnetitas en el cerebro humano con morfología de cristales.
Bueno, pues esas partículas magnéticas -según los trabajos mexicanos- pueden tener forma esférica o piramidal y su distribución no es uniforme. Son mayores que una célula, se encuentran intermitentemente, reaccionan oxidándose y reduciéndose, y cuando una se oxida y otra se reduce se forman diferencias de potencial y, por ende, una corriente electromagnética de tal manera que todo nuestro cuerpo esta nutrido de corrientes electromagnéticas que, a su vez, forman dentro del organismo una barrera de protección contra cualquier desequilibrio bioquímico. También han averiguado que en el centro del cuerpo son más densas y hacia el exterior se presentan de forma más aisladas. Y que sus emisiones electromagnéticas pueden ser en línea o helicoidales.
"Cabe destacar que estas macromoléculas de hierro oxidadas y reducidas
-afirma Del Río- se encuentran más densas en el centro del cuerpo conformando un eje que corre enfrente de la columna vertebral donde se destaca la presencia de esferas compuestas de macromoléculas reducidas y oxidadas con una velocidad de intermitencia más fuerte por el rebote de las energías producidas las cuales tienen movimientos helicoidales hacia arriba y debajo de este eje. Estas esferas magnéticas nos recuerdan a los chacras o centros de energía que fueron expresados en un principio en libros muy antiguos y después retomados por los vedas".
Hay que decir que esta aparente confirmación de la existencia de los chacras -puente entre la ciencia de vanguardia actual y el conocimiento transmitido a través de los milenarios textos desde Oriente- es uno de los elementos más sorprendentes y apasionantes de los trabajos de la doctora Del Río.
"Esa red compuesta de microcampos magnéticos
-explica la bioquímica mexicana- ha sido vista a través de aparatos de rayos X modificados con electroimanes pudiéndose observar el cuerpo lleno de luces fluorescentes e intermitentes con densidades de magnetitas abundantes en donde se encuentran las glándulas mas importantes del cuerpo coincidentes con los sitios en donde se han mencionado la existencia de chacras. En conclusión, cada chacra está conformado por miles de magnetitas ferroso-férricas formando verdaderas esferas. Y es importante mencionar que estas esferas se encuentran en los lugares donde están las glándulas más importantes del cuerpo así como también son coincidentes con lo expresado en estos libros. Tales centros de energía son 7 y se localizan en los órganos sexuales, en las suprarrenales, entre el hígado y el páncreas, en el timo, en la tiroides, en la pineal y en la hipófisis. De ahí podemos deducir que este orden magnético protege al orden bioquímico a través de los cristales líquidos de los chacras y las glándulas".
Ante ello Esther Del Río no tiene ningún inconveniente en reconocer la existencia de un ser humano integrado por tres cuerpos -cuerpo magnético, cuerpo bioquímico y cuerpo mental- conectados a una conciencia superior. El cuerpo magnético, según sus planteamientos, protegería la bioquímica celular ya que esta red es la responsable de la producción de energía electromagnética que, como una tela de araña, atrapa los cristales líquidos que guardan y codifican la información como pantalla de cristal líquido.
"Los cristales líquidos
-explica- pueden quedar en forma coloidal dentro de las células entre las hélices del ADN o bien entre los aminoácidos de las proteínas que conforman el tejido conjuntivo que es el tejido que contiene más agua cristal líquido (80%). Aquí observamos que los impulsos electromagnéticos están también involucrados en esta red de información ya que la célula queda inmersa en un campo magnético y ello nos permite proponer un trabajo de enlace entre la energía electromagnética producida por los seres vivos y el exterior como una gran antena parabólica que recibe información y emite longitudes de onda fuera del cuerpo en pulsos intermitentes en diferentes niveles de energía; eso podría ser el aura electromagnética. A la vez explica el trabajo de nuestro sistema magnético como el de una bobina cuyo centro es más denso con producción de energía helicoidal y hacia el exterior menos denso con energía en línea conformando los meridianos que son utilizados en la Medicina Tradicional China y en otras terapias holísticas".
En resumen, sus investigaciones la han llevado a concluir que toda célula requiere de cristales líquidos para la transmisión de sus mensajes, que toda información interior es guardada en la estructura cerebral correspondiente a través de cristales líquidos y que el organismo es como una gran computadora con pantalla de cristal líquido.

APLICACIONES TERAPÉUTICAS
Consecuentemente, para Esther Del Río la salud no es sino un estado de equilibrio entre el cuerpo magnético y el cuerpo bioquímico en el que tanto el cuerpo férrico como las moléculas de cristal líquido juegan un papel básico. Precisamente cuando nuestra red magnética se desorienta o destruye por causas externas e internas el cuerpo magnético es cuando comienza a desarrollarse la enfermedad. Encontrándose entre las externas la contaminación ambiental, la contaminación alimenticia y las radiaciones ionizantes, entre otros factores. Y entre las internas las emociones, el estrés, la genética, etc. Pues bien, para reordenar la red magnética y corregir el campo magnético pulsante interno y externo del cuerpo a fin de evitar el fallo bioquímico tendría perfecta justificación -siempre según los investigadores mexicanos- el uso de cualquier terapia holística que incluya la aplicación de campos magnéticos pulsantes regulados de forma general o bien en forma particular mediante técnicas de biomagnetismo; acupuntura, aromaterapia o cualquiera de las terapias que trabajan equilibrando la energía.
Lógicamente si el cuerpo magnético no transmite correctamente a las células la información vibracional adecuada a través de las moléculas de cristal líquido para la realización de sus procesos bioquímicos éstos se producen de manera cada vez más defectuosa dando lugar también a la enfermedad. Con lo cual tan necesaria es la batería como los medios de transporte de la energía.
Otra función de los cristales líquidos dentro del cuerpo está relacionada con la recuperación de tejidos dañados ya que reestablece la secuencia de información correcta entre las células revirtiendo el proceso de corrupción que dio origen a una comunicación incorrecta o alterada. Precisamente -según Esther Del Río- es la pérdida de capacidad para transformar el agua normal (H2O) en (H2O) 37 la que lleva al envejecimiento celular. Incluso para la replicación del ADN se requiere del cristal líquido que es el que guarda la memoria de vida.

CREACIÓN DEL CRISTAL LÍQUIDO
Bueno, pues llegados a este punto debemos desvelar ya que Esther Del Río ha patentando un proceso químico para producir Agua Vital o Cristal Líquido. Un método gracias al cual partiendo de agua purificada se puede obtener agua-cristal líquido. "Con aparatos de alta precisión -explica- convertimos agua normal en Agua Cristal Líquido que es un estado coloidal o mesomórfico. Sus características físicas son también diferentes. Tiene una alta tensión superficial -aproximadamente 60 dinas-, es de mayor densidad, pesa más que el agua normal, es ligeramente turbia debido a precipitaciones de sales férricas que no se han agregado sino que forman parte del agua natural, no tiene olor y siempre se conserva fresca. Con este tipo de agua puede darse un aporte electrolítico a los tejidos que mejore el funcionamiento de los órganos, se estimulen las células y se reorganice el tejido conjuntivo mejorando en todos los casos la calidad de vida".

Es más, este tipo de agua forma parte hace tiempo del tratamiento que la doctora Patricia Pérez del Río -hija de Esther del Río- utiliza desde hace años en su consulta en todo tipo de patologías así como para prevenir el envejecimiento. Con resultados -dados a conocer en distintos congresos- sorprendentes. Porque durante los últimos años se han obtenido, por ejemplo, recuperaciones impresionantes en cáncer. "Hemos llegado a la conclusión después de tantos años -nos diría Pérez del Río- de que el cáncer es un problema emocional y por eso los resultados con el agua-cristal líquido están siendo muy buenos. Y mejoran cuando se consigue la recuperación emocional del paciente". También en el caso de enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide afirman haber obtenido excelentes logros.
"Aunque los resultados comienzan a verse de verdad a partir del tercer mes
-nos diría la doctora Pérez del Río- en la mayoría de los casos ya puede apreciarse mejoría a partir del primer mes de tratamiento". Se trata además de un tratamiento barato y sencillo de aplicar pues basta ingerir dos vasos diarios de agua-cristal líquido, aplicarla mediante compresas o atomizarla en casos de psoriasis. No se aplica empero por vía intramuscular ni intravenosa. Por supuesto, cuenta con los permisos correspondientes del departamento de Sanidad de México y su aplicación sólo le exige al paciente dejar el alcohol y cualquier otro tóxico.
A modo de recapitulación podríamos afirmar que los planteamientos de la doctora Del Río permiten completar algunas otras teorías de la Física moderna. Por una parte responde a cómo el ser humano canaliza la energía (biofotones hoy, Ki-Chi ayer) que obtiene de su entorno para el correcto funcionamiento de la bioquímica de su cuerpo. El entorno medioambiental vendría a ser pues la batería que permite la alimentación eléctrica de nuestro motor y de cada una de sus piezas. Energía absorbida a través de los "acumuladores" de nuestro organismo -papel que juegan los chakras- que finalmente acaba convirtiéndola en impulsos electromagnéticos que circulan por las moléculas de cristal líquido entre las células. Por otra parte, los trabajos de Esther del Río también permiten comprender investigaciones como las del físico Garaiev que presuponen la existencia de un mundo subcuántico del que el ADN extrae la información con la que se conforma el ser humano. En este caso las moléculas de cristal líquido serían las encargadas de la transmisión de la información de dentro afuera a través del cuerpo férrico de tal manera que en nuestro campo magnético externo -aura- puede reflejarse la información del interior de nuestro organismo.
Terminamos señalando que el paso dado con estas investigaciones, lejos de alejarnos de nuestros orígenes nos acerca a concepciones milenarias en las que el ser humano aparecía integrado en un todo. Ahora bien, lo sorprendente es cómo pudieron conocer nuestros antepasados hace miles de años el papel de los chacras y sus interacciones energéticas con el entorno cuando sólo ahora y gracias a la más moderna tecnología comenzamos a vislumbrar la realidad de lo que somos.
"Nuestro organismo
-termina diciéndonos Esther del Río- es un gran ordenador con pantalla de cristal líquido que se relaciona con el exterior y con el interior así como con el disco duro -que es el cerebro- dando respuestas en millonésimas de segundo gracias al sistema de cristal líquido-magnetitas haciéndonos virtualmente cibernéticos e integrados en una gran red de líneas electromagnéticas externas e internas conectadas a la mente universal. Es más, puede decirse que todos los seres humanos estamos interconectados a través de un sistema cristal liquido-magnetitas (líneas de Internet) con la mente universal".

Antonio F. Muro

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